En los últimos tiempos se han puesto de moda prácticas
históricamente comunes que quedaron obsoletas en las décadas finales del siglo
XX y que han pasado de ser horteras a ser ecológicas y modernas.
Entre estas costumbres, una de las más llamativas es el uso
de bolsas de tela y carros de la compra en los supermercados. Este recurso, que
se lo veíamos a nuestras madres y abuelas, se dejó de utilizar en detrimento de
las bolsas de plástico de un solo uso, más higiénicas y prácticas pero con un alto impacto ambiental debido al gasto de materias primas y al aumento de unos residuos muy difíciles de degradar. Pero durante un tiempo esto no tuvo importancia.